viernes, 26 de diciembre de 2014

Ejercicio

He realizado un ejercicio de escritura que no se muy bien para qué sirve, pero a lo mejor descubro algo. Consiste en apuntar lo primero que se te pase por la cabeza, sin razonar, sin pensar en lo que estás escribiendo, y sin parar. Aquí está el fragmento que me ha salido.

Si por una vez puedo escribir libremente, por que no lo hice antes? Los demonios corren desnudos por la calle, las mujeres van a la compra con paraguas y los niños escriben. Las miradas se escurren ante los extraños, los dedos toman formas inverosímiles. La calle chilla, los pájaros vuelan sin alas, la tierra está seca. ¿Dónde está el reloj? ¿Dónde se fue mi deseo? ¿Dónde me encuentro? La niña gira y gira, y el mundo da vueltas en su cabeza. Los globos vuelan en el parque, y el río está lleno de gente. Llegan nubes, y el césped está mojado. La señora del 5º ha entrado en coma, y la ambulancia aulla por las calles.
Quiero comprar dulces. ¿Está abierto? Los domingos llega el periódico y los cromos. La noche se llena de música, y la gente se destapa. ¿Por dónde voy? Estoy en el acantilado. El viento me acoge y me envuelve. No me quiero ir. Me tumbo. El autobús se fue. ¿Y la comida? La carretera es larga y está desierta. Conduce al final del camino. Quiero llegar allí. Libertad y Placer. Ven a mí. Duermo. Tranquilidad. Anhelo. Reflexión. ¿Dónde voy ahora?


La verdad es que ha estado divertido mientras lo escribía, sin saber qué iba a escribir y mis dedos en el teclado sin parar. Lo cierto es que son cosas sin sentido. Otro día lo haré otra vez y más largo, pues creo que ayuda agilizar un poco la mente, y saber qué cosas raras te pasan por la cabeza. Os lo recomiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario